"Me encantaría que al final siguiera Pellegrini"

Ha vuelto al lateral. ¿Disfruta más que arriba?

Igual, pero de interior toco más la pelota…

Y tiene menos responsabilidad.

Normal.

¿Qué le pide Pellegrini de ‘tres’?

Que esté cerca de Xabi y Gago, y que haga lo que sé hacer, lo que me trajo al Madrid, sin olvidarme de guardar la línea atrás.

¿Cómo gestiona la libertad que le da? Se le ve hasta de ‘diez’…

Cuando juego delante se trata de observar. Cambiar con Kaká, Van der Vaart y Pipa, y ellos conmigo.

¿Le dice algo ser el máximo asistente del equipo y la Liga?

Me dice que estoy contento, aunque mi primer objetivo es defender bien.

¿Disfruta más marcando o asistiendo?

¡Marcando, claro!

Me dicen que su abuelo jugó al fútbol. ¿Dónde?

En Vasco de Gama y en Ponte Preta, de Sao Paulo. Era interior zurdo.

¿Le enseñó algo?

Aprendí más en la calle. Él nunca me dio consejos de cómo hacer las cosas… Yo nací en Río, entre Flamengo y Botafogo, muy cerca de la playa. De pequeño jugaba en todas partes, en la playa, en la calle, en el barro

¿Siempre con una pelota?

Tuve una infancia difícil, pero no tanto. Lo bueno es que después de jugar en el barro, en el Bernabéu todo parece mucho más fácil (risas).

¿Qué le dijo su abuelo cuando supo que se iba al Madrid?

Él siempre me decía que llegaría a la selección y a un gran equipo, pero no sabía que sería al Madrid. Me dijo: «Para mí no es una sorpresa».

¿Cómo llegó al Fluminense (el club más rico de Río), siendo usted tan humilde?

Fluminense es un club normal, es más la fama que tiene. Me ficharon con nueve años para el equipo de fútbol sala. Yo venía del Helénico, también de fútbol sala, pero de segunda fila, y no quería ir a Fluminense por nada del mundo. Por los amigos y eso. Pero mi abuelo me dijo que, estando tan cerquita de mi casa, era lo mejor para cuando él no me pudiera llevar. Siempre iba en bicicleta.

¿Qué le aportó el fútbol sala en su profesión?

Te obliga a pensar muy rápido, incluso antes de que te llegue el balón. Eso me ha ayudado muchísimo en el fútbol once, porque lees mucho mejor las situaciones.

¿Irá al Mundial?

Estoy trabajando para ganar la Liga. Lo que pase con Dunga no depende de mí. Ni siquiera de que juegue de lateral o interior, porque él sabe de sobra mis características. No tengo nada más que demostrar.

¿Por qué esa escasez de laterales izquierdos en Brasil?

Porque no van a encontrar a otro Roberto Carlos (risas).

Su sombra en el Madrid.

Fue una presión. Yo quiero hacer mi carrera como Marcelo, no como Roberto Carlos.

¿En qué ha madurado?

No sólo en el fútbol. He formado una familia, tengo responsabilidades y un hijo.

¿Por qué es para un brasileño tan importante el Mundial?

Es el país del fútbol. Vas a la calle y todos los niños juegan. En la Copa del Mundo pintan las calles con tu nombre, con tu cara. Es un honor para mí, lo más grande que hay. Y si se gana el Mundial, ni le cuento.

¿Se está dosificando Kaká por eso?

No. Si no está jugando es porque no está bien, y cuando lo esté, el Madrid se alegrará. Y la afición.

¿Debería seguir Pellegrini?

Si al final sigue, yo encantado. No porque juegue mucho, sino porque es una persona fiel a sus ideas. No se deja influenciar.

Me han dicho que le gusta a usted el teatro.

Sí, bastante, porque mi chica es actriz. Lo dejó y ahora quiere volver…

¿Se parece en algo el teatro al fútbol?

Mucho. En la tele, si te equivocas, puedes volver a grabar. El futbolista es como el actor de teatro: si te equivocas tienes que improvisar.