El proyecto de la planta de CO2 de La Pereda, en Mieres, va quemando fases hacia su ejecución. La empresa estatal Hunosa ya tramita la adjudicación de trabajos y equipos con el objetivo de iniciar la obra civil de la planta en julio de este mismo año.

El plan promovido por Hunosa, Endesa y el Instituto del Carbón (Incar) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para construir la planta piloto de captura de dióxido de carbono de un megavatio de La Pereda consta de tres fases, de las cuales dos ya se han superado. Los trabajos en planta de laboratorio de 30 kilovatios para analizar la tecnología de captura de CO2 por poscombustión mediante ciclos de carbonatación-calcinación dieron los resultados esperados por el Incar y con ellos se superó la primera fase.

La segunda incluyó, por un lado, una nueva batería de pruebas bajo la supervisión del socio tecnológico, la compañía de bienes de equipo Foster Wheeler, y, por otro lado, el desarrollo de la ingeniería conceptual de la planta de captura de CO2 de un megavatio que se va a instalar junto a la central térmica de carbón de La Pereda.

Esos escalones también están superados y ahora el proyecto entra en su tercera y definitiva fase, que incluye la construcción de la planta de un megavatio, cuyo coste estimado es de 4,1 millones de euros, y la realización de las pruebas experimentales que permitan validar la tecnología a escala preindustrial y comprobar si es viable abordar un proyecto a mayor escala con una planta de 20 megavatios.

Para poder iniciar las obras de la planta de un megavatio de La Pereda, primero hay que contratar los trabajos y adquirir los equipos, y en esta tarea está inmersa la empresa estatal Hunosa, que espera tener todo listo para iniciar la obra civil el próximo mes de julio. Así, por ejemplo, la adquisición de los sistemas de alimentación de carbón, los de alimentación de caliza (que se utiliza como sorbente regenerable de CO2) o los de extracción de cenizas ya se encuentran en fase de adjudicación una vez concluido el período de licitación.

Según los planes que manejan los promotores de la planta de CO2, el montaje se llevaría a cabo a lo largo de este año para iniciar a principios de 2011 las pruebas y puesta en marcha y comenzar antes de concluir el primer trimestre las operaciones que permitan validar la tecnología a escala preindustrial. De cumplir ese calendario, Endesa, Hunosa y el Incar, junto con el socio tecnológico Foster Wheeler estarían a finales de 2011 en condiciones de evaluar las pruebas y tomar una decisión sobre si dan el salto a una planta de captura de 20 megavatios de potencia que verifique a escala comercial la tecnología desarrollada inicialmente por el Incar en sus laboratorios de Oviedo. La utilización de esa tecnología es lo que diferencia el proyecto de otros que se desarrollan en España (como es el caso del impulsado en la llamada Ciudad de la Energía de el Bierzo, en León) y otras partes de mundo, y que persiguen un mismo objetivo, reducir las emisiones a la atmósfera procedentes de la combustión del carbón para hacer compatible el uso del mineral con la lucha contra el cambio climático.