El Ministerio de Economía no está dispuesto a poner ni un solo euro más para que Hunosa continúe comprando carbón a las empresas privadas. De esta forma, el equipo que dirige Elena Salgado se desmarca de Industria, que pretendía prorrogar el mandato encomendado por el Gobierno a la empresa pública. En principio, esta medida debía aprobarse hoy en el Consejo de Ministros para insuflar oxígeno al sector hasta que entrase en vigor el real decreto de ayudas para garantizar el suministro, un documento que debe desbloquear definitivamente el consumo de carbón nacional.

Los planes de Industria se han encontrado con el no rotundo de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado. Esta misma semana, el secretario de Estado de Energía, Pedro Luis Marín, trató de convencer a los rectores del Ministerio de Economía de la necesidad de que se prorrogase la citada medida excepcional que tomó el pasado mes de julio el Consejo de Ministros, pero se topó con un posicionamiento firme de Elena Salgado. Ahora, la única posibilidad de que la continuidad del programa pueda ser aprobada hoy por el Consejo de Ministros, según fuentes consultadas, sería con una decisión tomada directamente desde el palacio de la Moncloa. De no ser así, la minería privada española tendrá que esperar hasta la entrada en vigor del real decreto que prima el consumo de carbón nacional para poder vender su producción y todo el stock acumulado a lo largo de todos estos meses. Las compañías eléctricas han dejado de comprar el mineral extraído de sus explotaciones debido a la bajada de la demanda energética que se ha producido como consecuencia de la crisis y a la bajada del precio del carbón de importación en los mercados internacionales.

Los pasados días 1 y 2 de marzo, cuando el acuerdo entre Industria, Carbunión y los sindicatos logró desactivar la huelga convocada en el sector por impagos a los trabajadores, los responsables energéticos del Ministerio que dirige Miguel Sebastián se comprometieron a prorrogar el almacén estratégico de carbón autóctono en Hunosa hasta que el real decreto entrase en vigor, con el fin de que no existieran ya más tensiones y hubiera una transición lo más tranquila posible hasta que la nueva situación fuese una realidad.

Sin embargo, ahora, la negativa de la vicepresidenta segunda del Gobierno a poner más dinero sobre la mesa abre otro período de incertidumbre, toda vez que las previsiones más optimistas sitúan en la segunda quincena de mayo la entrada en vigor del real decreto. Industria tuvo que modificar hace dos semanas el real decreto después de que la Comisión Europea aceptase las ayudas que compromete el mismo por consumir carbón autóctono, pero no las compensaciones para las centrales, principalmente las de ciclo combinado, que verían reducida su actividad como consecuencia de la prioridad que tendrán aquellas que consuman carbón español.

Madrid, M. P.

El presidente de Carbunión y propietario de Uminsa y Coto Minero Cantábrico, Victorino Alonso, se ha comprometido con el Ministerio de Industria a abonar a sus trabajadores la nómina del mes de marzo, en los plazos estipulados, aunque no se haya aprobado la prórroga del almacén estratégico de carbón autóctono. Esto significa que aunque Hunosa no pueda hacer efectiva la compra del cupo de carbón, el sector mantendrá cierta calma, al menos unas semanas.

En principio, los trabajadores de Coto Minero Cantábrico y de Uminsa, 495 en Asturias, cobrarán sus salarios la próxima semana en las fechas que tienen establecidas, el lunes día 12 y el jueves 15. Y ello pese a que la patronal minera dejase claro durante el conflicto que estuvo a un paso de llevar al sector a la huelga en marzo que hasta que no se formalizara la venta del cupo de carbón de cada mes no se haría efectivo el pago de la nómina a los trabajadores, como ya hicieron el mes pasado los grupos de Victorino Alonso y Manuel Lamelas Viloria.

En aquella ocasión, desde Carbunión se decía que si Hunosa no liquidaba el cupo mensual correspondiente, «los trabajadores no cobrarían porque no hay liquidez». El conflicto entonces surgió como consecuencia de la divergencia entre Hunosa y Carbunión sobre el precio del mineral.

Las empresas privadas exigían un incremento del 2 por ciento en el precio respecto al que les venía abonando Hunosa en el año 2009, mientras que la empresa pública mantenía que el precio debía de ser el mismo que en el ejercicio anterior. Al final se llegó a un pacto, auspiciado por el Ministerio de Industria, mediante el que Hunosa incrementaba ese 2 por ciento en el precio al que pagaba el mineral a cambio de que las empresas privadas redujeran en un porcentaje similar el carbón vendido a fin de que la cantidad total que abonara la compañía pública fuera la misma a la que pagaba anteriormente.

Ahora la situación es diferente, y aunque se salve provisionalmente el escollo de este mes, si finalmente no se produce la prórroga del mandato del Gobierno a Hunosa, como pretende el Ministerio de Economía, el conflicto puede volver a saltar el mes que viene, toda vez que el real decreto que garantice el consumo del carbón nacional no estará operativo como mínimo hasta la segunda quincena del mes de mayo.