Lewis Hamilton fue detenido por la policía de Melbourne, donde se disputará el Gran Premio de Australia, por conducir de forma «demasiado temeraria».

Tras el hecho, el piloto inglés señaló que «estaba conduciendo de una manera exuberante y, como resultado, fui parado por la policía», agregando que «lo que hice fue una idiotez y quiero pedir disculpas».